Crear DESDE algo y no sobre algo: un deshielo interno
Cuando dejas de buscar afuera y empiezas a mirar tu propia materia prima, todo se ordena: tu voz, tu dirección y las estructuras que te dan claridad.

Fecha

Estamos diciendo mucho, pero estamos diciendo poco.

En esta entrega quiero ir directa al punto.

Este email te puede servir mucho si prestas atención.

Aquí va:

UNO: Hablar “sobre” tu tema no construye marca.

O sea sí, pero no.

¿Necesitas hablar de tu tema?

Por supuesto.

Pero no como un reproductor de lo que leíste o aprendiste, sino desde ti.

 

Fíjate en esto:

 

Cualquier persona puede repetir cosas sobre: marca personal, límites, energía femenina, productividad, astrología, maternidad, estilo personal… lo que tú quieras.

E incluso, puede sonar genuina y cercana si lo hace conectada al momento presente.

Pero eso no significa que esa persona se este ganando un terrenito en la mente de su audiencia.

 

¿Puede ser una forma de empezar?

Absolutamente.

Pero eso no te posiciona, ni te hace memorable.

 

Porque hablar sobre un tema solo demuestra que “sabes cosas”.

Y eso, muchos lo pueden hacer, ya sea porque lo estudiaron o porque lo memorizaron.

DOS: Lo que sí construye marca es hablar “desde” algo.

Hablar desde algo es distinto.

Es cuando no estás repitiendo teoría.

Ni fabricando espontaneidad para sonar auténtica.

 

Es cuando estás hablando desde lo que te atraviesa.

Desde lo que estás viviendo

Desde lo que has entendido a través de tu propia piel.

 

Ese “desde” cambia la densidad del mensaje.

 

Cuando hablas desde algo, hay raíces.

Cuando hablas sobre algo, hay superficie.

Y tu audiencia lo siente en dos segundos.

TRES: Aquí es donde muchos se quedan atorados.

No saben qué las atraviesa.

No saben cuál es su raíz.

No saben desde dónde están creando.

Se sienten llenos de ideas y aun así su contenido suena… genérico.

Y no es por falta de talento ni conocimientos: es por falta de raíz.

 

Hablar desde algo exige claridad interna, no más información.

 

Y esto, honestamente, no es algo que lees en un libro, es algo que encarnas.

Lo sé porque yo también hice ese viaje de vuelta a mis raíces.

No fue un gran momento de iluminación.

Fue más bien una rendición lenta, un deshielo interno.

 

Yo venía acumulando raíces internas desde hace años, pero no podía verlas porque estaba demasiado ocupada mirándome con juicio.


Creía que me faltaban cosas “afuera”: más autoridad, más experiencia, más seguridad, más algo.


Y justo por eso, no podía ver lo que sí tenía dentro.

Este año decidí hacer algo distinto: bajé la guardia y llena de curiosidad empecé a explorar mis propias historias.

Mis recuerdos de niña, mi migración a Italia, mis procesos emocionales, mis creencias, mis heridas, mis alegrías.

Mi materia prima REAL.

Fue una exploración silenciosa, lenta, honesta.


Gota a gota.

Empecé a leer mi vida con la intención de traerla al servicio de mi trabajo.

Y ahí, mucho del ruido externo se disolvió.


Empecé a ver que mis raíces no eran mi metodología, ni mis conceptos bonitos:

Eran mis procesos, mis crisis, mis decisiones, mi migración, mis puntos de vista en constante movimiento, incluso mi mierda 💩


Cuando dejas de buscar afuera y empiezas a mirar tu propia materia prima, todo se ordena: tu voz, tu dirección y las estructuras que te dan claridad.

 

De ahí nació Volver a la Raíz de tu Marca.

 

Es una sesión 1:1 para encarnar tu propia rendición: volver a tu raíz.

Porque ahí está, no se va a ningún lado.


Para entender qué te atraviesa, ordenar tu mensaje y alinearlo con tu visión y tu negocio para crear desde un lugar que por naturaleza te sostiene.


Cuando tú sabes desde dónde hablas, tu contenido se vuelve inevitablemente tuyo.


Tu posicionamiento se vuelve claro.

Tu comunicación tiene peso.

Tu marca deja de ser un perfil y se vuelve una identidad.


AQUÍ agendas.


Hasta la próxima curva,
Liz.

Tirando dedo creativo

la newsletter

¿Te gustó lo que acabas de leer? La newsletter es donde estas historias nacen y luego llegan directo a tu bandeja.

Te mando entre uno y dos correos a la semana, y en cada uno vas a ver cómo conecto mis historias e ideas con mi trabajo. Te contribuyo y te vendo de la forma más natural y abundante que conozco.