Un workshop de 3 días para entrenar tu mirada narrativa y tu capacidad de extraer la materia prima de tu vida para darle dirección estratégica.
25, 27 y 30 de setiembre.
Pasarás del bloqueo, la dispersión o las historias sin foco, a la claridad de una narración que conecta y abre posibilidades reales de venta.
Cierre de inscripciones: lunes 22/09/25.
No necesitas inventar nada nuevo: ya tienes historias, experiencias y hasta frases sueltas que son oro. Ese día vas a identificarlas y elegir la historia que se convertirá en tu materia prima para este viaje.
Aquí ponemos orden. Te mostraré cómo darle dirección a esa historia: qué partes usar, cuáles soltar y cómo enfocarla para que tenga claridad y fuerza. (No hace falta llegar con experiencia: aprenderás una forma de narrar, que cuando entiendas los principios, podrás emular luego en otras piezas).
Vamos a pulir tu pieza para que, además de conectar, invite a la acción . Y te daré un marco práctico para que la adaptes al formato que prefieras (stories, post, página de ventas…), para que así salgas con una creación lista para compartir.
Cada encuentro tendrá una duración de 2.5 horas, vamos a combinar profundidad teórica + práctica en vivo.
Si no puedes estar en vivo, no pasa nada: las grabaciones quedarán disponibles en un espacio privado durante 3 meses, con disponibilidad para descargar si quisieras quedarte con el material por más tiempo.
77 € → Cierre de inscripciones: lunes 22/09/25.
Hooola, soy Liz.
Quizá sepas (o no) que soy de la selva
Nací en Yurimaguas, una pequeña ciudad en la Amazonía del Perú, y a los 17 me mudé a Lima a estudiar marketing y a trabajar.
Lo que seguro no sabes es la historia de mi primer emprendimiento (porque nunca la había contado): una juanada.
En Perú es muy típico hacer «polladas» para recaudar fondos, pero yo no hice eso… yo hice una JUANADA.
Ese día no se me olvida: estaba frente a una olla gigante llena de juanes, mientras mi mamá Rosita y mis tías envolvían mááás juanes en hojas de bijao.
Yo pensaba: “¿Por qué carajos no hice una pollada como todo el mundo?”
Y sin embargo, hoy puedo ver que ese caos terminó siendo mi primer entrenamiento REAL en branding y storytelling.
Porque no lo llamé simplemente “venta de juanes”: lo bauticé De Mamá Rosita su Juane.
Le di la forma de hablar de mi tierra y la historia de la receta familiar.
¿El resultado?
Familia, primos, amigos, compañeros de la universidad… todos se sintieron parte.
No eran unos juanes cualquiera, eran los de la familia.
Esa fue una gran lección: el valor nunca estuvo en los juanes (que son buenísimos), sino en los símbolos y en la historia que los sostenía.
Lo mismo pasa contigo: tu materia prima ya está ahí.
Cuando te atreves a narrarla y pulirla con intención, tu comunicación deja de ser solo “contenido” y se convierte en una obra que conecta, siembra confianza y abre la puerta a ventas que se sienten igualmente genuinas.