La primera vez que hice autostop me moría de vergüenza. Estuve parada una buena media hora en el paradero sin animarme a levantar la mano… NO ME SALÍA!!! Mi cuerpo no colaboraba jajaj
Hasta que me cansé de mi propio drama y recordé algo muy básico:
Si no levantas la mano, amor de mi vida… NADIE PARA.
Nadie adivina que necesitas ayuda. Nadie sabe que estás ahí.
Esta newsletter es para ti que estás dispuesta a hacer saber que estás ahí y a presentarte desde lo que realmente eres, aunque no tengas todas las respuestas.
Un día salí de casa sabiendo que ya había perdido el bus.
Ni la teletransportación podía salvarme. Pero yo necesitaba llegar a Torino sí o sí.
Entonces me quedó una opción: tirar dedo con toda la fe.
Llegar a la parada fue fácil. El drama empezó cuando los autos pasaban y yo seguía ahí…
Parada.
Levantando la mano solo en la mente, porque el cuerpo se moría de vergüenza.
Después de un bueeen rato entendí algo: Liz, nadie se va a detener solo porque estés aquí. Hay que alzar la fucking mano.
Pedir ayuda.
Presentarte.
Esto también pasa cuando creas con tu marca personal.
No basta con sentarte frente a la compu. Hay que tirar dedo creativo.
Esta newsletter va de eso, de presentarte por eso que dijiste que te importa.
De tirar dedo creativo y recordar que TODO ES CREACIÓN, incluso lo que al principio parece un obstáculo.
Te escribiré una o dos veces por semana, con historias, ideas y preguntas que atraviesan, y posibles caminos para que sigas expandiendo tu trabajo.
Una cosa importante: en cada correo te voy a vender algo. Vender es dar y recibir con propósito. Es una forma de honrar lo que valgo y lo que tú también vales. Vender es permitir que el trabajo circule, que el dinero se mueva y que lo que hacemos encuentre su lugar allá afuera y se expanda.
De pequeña me moría de ganas de bailar, pero no podía.
Me dijeron (y yo les creí) que bailar era pecado.
Así que escondí durante mucho tiempo mis ganas de participar en los eventos, concursos y coreos de Axé (los hit del momentooo) que se organizaban en el cole.
Mis pequeños pies me picaban de ganas, pero la culpa podía más.
Yo iba a una iglesia adventista, y debo decir que disfrutaba mucho siendo parte de esa comunidad. Estaba en el coro de niños, iba con mis primitas, tenía amigos y participaba con entusiasmo en todo lo que se podía.
Todo, menos bailar.
En esa iglesia no se bailaba. Y punto.
Peeero pasaron los años, llegó la adolescencia y mis ganas no se iban.
Mi amiga Olenka (que bailaba hermoso por ciertoo) me enseñó algunos pasos de Axé, empecé a participar en los grupos de danza y eventos del colegio…
Y luego llegaron las fiestas.
Casi sin darme cuenta, la pista se volvió mi lugar favorito del mundo mundial, jajajaj
Al principio todavía con un poco de culpa, pero luego con más criterio propio: ¿Cómo es que algo que disfruto tanto no le gusta a Dios?… ¿Entonces quién me dio estos talentos? Jajajajajaj
A esa edad no lo sabía.
Hoy veo algo diferente: no hay nada sagrado en esconder lo que amas. Lo verdaderamente sagrado es usarlo.
Crear empieza por dejar de pedir permiso.
Crecí, estudié Administración y Marketing, trabajé por años en el mundo corporativo, y después de renunciar a ese camino, vine a Italia a estudiar una maestría en Marketing Management y a vivir mi historia de amor con un italiano que conocí de la forma más random, al estilo comedia romántica, pero esa es otra historia.
Antes de todo eso, ya estaba aprendiendo algo sin saberlo: lo fácil que es empezar a esconder partes de ti para encajar. Lo rápido que aprendes a callar lo que amas, solo porque otros lo juzgan, tú te culpas… y es sumamente confuso tratar de agradar a todos.
Hoy trabajo con marcas personales, peeero no para ayudarte a verte “más profesional”.
Quiero ayudarte a dejar de esconderte, a permitirte ser vista, a crear sin pedir permiso, a vender con ilusión, estrategia y honestidad.
Porque no se trata solo de cómo te ves. Se trata de cómo te habitas mientras entregas eso que viniste a contribuir al mundo.
Y en el camino, bailemos. Habitemos el cuerpo, porque él es muchas veces quien nos guía antes de que la mente entienda.
Tu marca personal no puede seguir siendo una idea bonita que vive solo en tu cabeza.
Este acompañamiento es para convertirla en una estructura viva que respira, se sostiene y se expande sola.
Trabajamos codo a codo durante semanas para que tu marca se vuelva tu segunda naturaleza: estrategia clara, decisiones con convicción, narrativa encarnada.
No solo la pensamos. La construimos, la implementamos, la caminamos.
Juntas abrimos el camino. Juntas lo recorremos.
¿Qué pasaría si tu marca naciera desde la raíz y no desde la urgencia?
Esta sesión no es para tener más ideas.
Es para volver a las raíces y desde ahí agarrar dirección.
Construir una marca no tiene que ver con tener una cuenta en Instagram o vender cosas por internet.
Tiene que ver con el significado que estás creando en el mundo.
En esta sesión unimos lo profundo con lo estratégico: desde las raíces y la narrativa hasta la estrategia que conecta tu comunicación con tus objetivos de negocio.
Una sola conversación puede cambiarlo todo.
Porque tu página no tiene que ganar concursos de diseño, pero sí necesita comunicar con claridad, hacer sentir cosas y vender.
Te ayudo a desarrollar el sistema narrativo de tu marca y traerlo a tu web.
Incluye todas tus páginas principales (home, sobre mí, tu servicio estrella) + una página de venta y otros extras según la estructura de tu web y la experiencia de usuario que queramos crear.
Si tienes curiosidad o un proyecto en mente, podemos hacer un ensayo creativo: una llamada breve para ver si hacemos match y empezar a imaginar cómo contar tu historia en la web.
Los proyectos parten desde 1000 €
TODO ES CREACIÓN
EL PODCAST
Creo que si hubiera sabido lo que realmente implica construir una marca personal, ni de vainasss me hubiera lanzado a este proyecto.
Y tratar de ayudar a otras personas con sus marcas… pufff, qué alucinación!!! jajaj
Porque en ninguna carrera te enseñan a sostenerte a ti misma cuando la marca eres tú. Cuando tu nombre está en la portada. Cuando tu cara, casi casi, es el logo.
Todo es Creación nace desde ese lugar: del vértigo, la claridad confusa y las dudas cíclicas.
Y también del amor profundo por lo que creamos y por quienes nos estamos transformando en el proceso.
Hay preguntas.
Hay historias.
Y hay curiosidad.
Porque crear NO es claro y estoy cansada de esperar que lo seaaa (maldita sea!! jaja)… Lo que sí quiero es presentarme y crear desde la vida que me atraviesa.
No tengo todas las respuestas, ni las quiero tener.
No tengo un feed, tengo un diario visual. Dejo migas de pan para el futuro: lo que me atraviesa o me hace pensar en voz alta.
