Tengo esta cosa anotada hace un buen rato en mis apuntes y solo hoy me terminó de hacer sentido.
Fíjate:
Hace aprox un par de meses vi el final de una de mis series favoritas: Young Sheldon en Netflix.
No esperaba que una comedia familiar me dejara sintiendo tanto, pero el penúltimo capítulo es brutal.
El papá de Sheldon muere inesperadamente, y Sheldon regresa una y otra vez en su memoria a la última mañana que compartieron.
Una mañana común.
El papá se despide antes de ir al trabajo y Sheldon ni siquiera levanta la vista de su desayuno.
En su mente, Sheldon revive ese momento decenas de veces. Imaginando todas las versiones posibles:
Una versión donde le dice “que tengas un buen día»
Otra donde le pide que lo deje en la escuela.
Otra donde le dice “te quiero”.
Otra donde simplemente lo mira.
Uffff, esos viajes mentales de Sheldon fueron para mí, lo más doloroso de ver en ese episodio.
La imposibilidad de volver atrás. Las versiones que no fuimos.
Esta fue la cosa que anoté hace un par de meses y que hoy hizo un clic inesperado.
En este mismo par de meses, he estado leyendo intermitentemente el libro El Acto de Crear: Una Manera de Ser de Rick Rubin.
Y te quiero compartir este recorte:
«Un río de material fluye a través de nosotros. Cuando compartimos nuestras obras e ideas, estas se reponen. Si bloqueamos el flujo conservándolas dentro, el río no puede correr y las nuevas ideas tardan más en aparecer. Con la mentalidad de abundancia, el río nunca se seca. Las ideas no dejan de llegar y el artista se siente libre de hacerlas públicas desde el convencimiento de que siempre habrá más.»
Sheldon Cooper y Rick Rubin, de alguna manera nos están hablando de lo mismo: nuestra relación con el presente.
Ese instante que existe sólo mientras sucede.
Ese hilo delicado entre lo que fue, lo que no fue… y lo que estamos sosteniendo ahora.
Sheldon imagina las versiones que ya no pueden existir.
Rick nos recuerda que si las retenemos demasiado, dejan de existir igual.
Un momento perdido.
Una idea guardada.
Una posibilidad que se enfría.
Duelen desde lugares distintos, pero vienen del mismo fenómeno: el río queriendo correr.
Quédate conmigo en este punto, porque aquí viene algo importante:
Tu marca personal también es un río.
Un movimiento que nace en ti, te atraviesa, y se vuelve más grande.
Tan grande que te supera.
No lo controlas. Lo navegas y lideras.
Si detienes el flujo o lo idealizas, se estanca.
Si esperas “estar lista”, se desincroniza con la época que habitas hoy.
Rick Rubin, sin querer hablar de marcas, lo dice de esta forma:
“Ninguna pieza refleja nuestra totalidad. Solo refleja nuestra esencia en una época concreta.”
Hagamos zoom aquí:
Hablamos muchísimo de crear contenido y “posicionarnos”.
Pero muy poco de la construcción sostenida en el día a día:
En nuestras decisiones, nuestros hábitos, nuestros límites, nuestras ideas en borrador y en todas esas pequeñas acciones incómodas que nos van estirando.
Esto es lo que entrenamos en Segunda Naturaleza.
Tu forma de pensar, de crear y de aparecer… hasta que se vuelve parte de ti.
Segunda Naturaleza es mi acompañamiento 1:1 para marcas personales que de verdad quieren construir MARCA.
No una cuenta de Instagram, no solo contenido, sino una marca con narrativa, dirección y sentido.
Un movimiento que convoca personas y que lideras desde el presente.
Trabajamos tu raíz, tu voz y la forma en que mantienes todo esto en movimiento.
AQUÍ inicias el proceso juntas desde 444 €.
Para que siempre vuelvas al movimiento.
Al río que siempre está corriendo.
Hasta la próxima curva,
Liz.
Tirando dedo creativo
la newsletter
¿Te gustó lo que acabas de leer? La newsletter es donde estas historias nacen y luego llegan directo a tu bandeja.
Casiiii estás dentro
Aún falta un paso: Revisa tu bandeja de entrada (o la de spam) y confirma tu correo.
Tirar dedo creativo empieza con ese clic 🚗💨
Te mando entre uno y dos correos a la semana, y en cada uno vas a ver cómo conecto mis historias e ideas con mi trabajo. Te contribuyo y te vendo de la forma más natural y abundante que conozco.